El Primer Día....No sé, si habrá sido tu sonrisa, tu mirada o una simple confusión; pero llegaste y te metiste en mi mente como nunca antes alguien lo había logrado.
Día tras día, tu sonrisa se penetraba en mis pupilas; se convertía en la luz de cada mañana.
Nos mirabamos de lejos, intentabamos acercarnos mutuamente, pero la timidez era nuestra barrera.
Pasaban las horas, los días y cada vez mi atracción hacia tí, crecía más y más.
De pronto traté de dejar a un lado esa timidez, rompí esa barrera, me acerqué a tí, para conocerte mejor y creer que lo que habá estado viendo era realidad.
Y tú, con ese trato especial, empezaste a ganarte mi corazón...
Recuerdo, cuando recorríamos los largos caminos, mientras hablabamos, reíamos, para que luego el silencio se convirtiera en nuestro aliado, mientras nos mirabamos fijamente.
Nunca olvidaré, el primer día, cuando todo esto empezó, cuando este sentimiento maravilloso comenzó a inquietar mis días y mis noches.
Ha sido tan perfecto que me cuesta creerlo, no puedo sacarte de mi mente, tus ojos, tu mirada, tu sonrisa, tu voz.... tus movimientos... ¿Será esto real ?.
-Adriana Pérez Hernández. 2008.
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